Durante
éstos más de dos meses hemos hablado de muchos colectivos que se han
visto afectados por algo que en pleno siglo XXI no nos esperábamos
nadie, aunque alguna vez y sobre todo cuando otros nos recordaban que
debemos evitar el calentamiento global o el agujero de la capa de ozono,
se nos haya removido la conciencia y hemos pensado que nada bueno
estaremos consiguiendo si no abordamos alguno de esos problemas. Entre
esos colectivos estarían los que necesariamente han de desarrollar su
actividad por motivos puramente de superviviencia para sí o para los
demás (industriales, agricultores, hosteleros, ganaderos, deportistas,
etc. ), sin embargo hay otros grupos de personas que se reunían para
realizar una aficción o hobby (actividad realizada por placer en el
tiempo libre) y de paso volcaban el resultado de su entretenimiento en
la diversión de otras personas la mayoría de las veces de forma
gratuita: las Bandas de Música y sus músicos.
Seguramente
alguien habrá pensado lo mismo que yo trato de explicar ahora en ésta
entrada, pero hasta hoy en ninguna red social se ha manifestado
publicamente. Yo voy a hacerlo.
Desde
el día 6 de marzo, más de 40 músicos y algunos alumnos, HEMOS DEJADO DE
REUNIRNOS PARA ENSAYAR y disfrutar dejando de hacer algo que nos
apetecía. También desde esa fecha en adelante, nos vimos privados de
sacar a la luz todo aquello que durante horas y meses habíamos preparado
en los salones de ensayo, ya que fueron suspendidas todas las fiestas
religiosas o laicas que estaban previstas, QUEDANDO ANULADOS LOS
CONTRATOS CONTRAIDOS.
Soy
el primero que comprende la situación, la acepto y acato sin poner
ninguna objección, pero también quiero ser el primero que pida:
🎵UNOS SEGUNDOS DE RECUERDO PARA TODOS LOS MÚSICOS. 🎶
CALAÑAS, 2020